Desde la Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (Redlad) estamos avanzando en una serie de diálogos virtuales denominados Jóvenes activistas en América Latina y el Caribe. Una estrategia combinada de diálogo entre pares e intergeneracional. Para ello hemos Identificamos una serie de temas fundamentales para los liderazgos políticos en la región que tienen una fuerte participación de jóvenes. Entre ellos están los temas espirituales, de diversidad sexual y de género, derechos de las mujeres, derechos indígenas y afro, corrupción, entre otros. 

El día martes 28 de abril del 2020, se dio lugar al diálogo virtual denominado Creer y actuar: entre la espiritualidad y el activismo juvenil. La discusión tuvo como objetivo conocer el trabajo de diferentes líderes y lideresas jóvenes en América Latina en el marco de sus creencias y religiones y, a su vez, conocer sobre su incidencia en las agendas públicas, comprender los retos que presenta esta labor en la región, la manera en la que podrían llegar a articularse en favor de los derechos humanos y, finalmente, entender su trabajo con organizaciones tradicionales de la sociedad civil. 

En esta ocasión se contamos con la participación de Sukh Bachan Kaur activista Sikh en diálogo interreligioso de Chile, Víctor Miguel Solano, miembro de la Fundación Confesión Islámica Ahlul Bayt y director del Movimiento Internacional de Jóvenes Musulmanes por la Paz de Colombia,  Francy Molano, joven cristiana pentecostal, miembro de la Comisión Distrital Juvenil del partido FARC, responsable del diálogo con las diferentes comunidades de fe de Colombia y Abu Duyanah, presidente de la Asociación Cubana para la Divulgación del Islam de Cuba. Nicolás Panotto, director de GEMRIP y miembro activo de Redlad, nos acompañó como moderador de este diálogo. 

Con el fin de ampliar el debate, se planteó la posibilidad de articular las diferentes religiones presentes en el diálogo para trabajar en conjunto a favor de los derechos humanos, a lo que los y las participantes hablaron de la necesidad de una sincronicidad y acuerdos mínimos entre las distintas religiones para abrir espacios de diálogo interreligiosos e intergeneracional. Igualmente se destacó que para que este trabajo en conjunto se desarrolle de una manera óptima es importante distanciarse de la idea de imponer los textos sagrados, de lo individual sobre lo colectivo y trabajar como comunidad. 

Finalmente se concluyó que los y las jóvenes pueden brindar conocimiento e ideas frescas para que las comunidades religiosas y organizaciones de sociedad civil reinventen su accionar con el fin de llegar cada vez más a diferentes espacios y construir estrategias más equitativas. 

Para revivir el diálogo entre estos jóvenes sólo hay que dirigirse a este enlace.