18 de febrero de 2019
La situación en el país caribeño se está volviendo insostenible. Desde el pasado 7 de febrero nuevamente, como en años anteriores pero con más fuerza, miles y miles de haitianos cansados de la corrupción y de la crisis económica han salido a las calles para exigir la renuncia del gobierno, encabezado por el presidente Jovenel Moise.
Ya van más de 7 muertos durante las jornadas de protestas, que tiene paralizado al país y que han propiciado saqueos a algunos negocios.
Recordemos que Haití es el país más pobre del continente. Según fuentes oficiales, más de la mitad de la población vive con menos de dos dólares diarios, lo que quiere decir que están muy por debajo de la línea de pobreza.
Otra de las causas que han motivado las protestas de la gente y de los sectores de oposición son las denuncias de que se habrían malversado más de dos mil millones de dólares provenientes del programa Petrocaribe.
Por lo anterior, el gobierno de Moise ha tomado algunas medidas fiscales que buscan mostrar una imagen de austeridad, como reducir gastos del propio gobierno, pero la ciudadanía sigue en las calles del país.
La Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia (REDLAD):
- Solicita al gobierno del presidente Jovenel Moise a buscar caminos de diálogo y entendimiento con los sectores sociales, que están en protesta, y con los sectores políticos de oposición en pro de encontrar soluciones de corto y largo plazo para la grave situación económica que vive el país.
- Insta al gobierno haitiano a tomar todas las medidas necesarias y a adoptar política de lucha contra la corrupción, de acuerdo a los estándares y tratados internacionales y en especial lo dispuesto en el Sistema Interamericano.
- Exige a las autoridades competentes de Haití respetar en todo momento los derechos humanos de los haitianos y haitianas.
- Insta a la comunidad internacional, sobre todo a los países del hemisferio, a solidarzarse con Haití y prestar toda la ayuda necesaria para que el país caribeño pueda superar esta crisis política, social y económica.
- Solicita a la Organización de Estados Americanos (OEA) a poner en su agenda de prioridades la situación de Haití para prestar toda la colaboración posible en busca de soluciones prontas.
Por último, hacemos un llamado tanto al gobierno como a la sociedad civil haitiana para que procuren tramitar sus conflictos a través del diálogo y la palabra, no de la violencia.
